El arquitecto Cristián Urrutia ha compartido con nosotros su proyecto realizado para las costas de la playa Tregualemu, en Pelluhue; un artefacto que permite a los surfistas habitar temporalmente la zona, con espacio para descansar, cambiarse de ropa y guardar sus equipos. El proyecto -liviano, prefabricado y transportable- se construye a través de plataformas de terciado perforado que generan tres volúmenes cúbicos, revestidos de tela raquelada de color rojo.
Introducción
El proyecto parte con el autoencargo de plantear una “casa para todos”. Un habitáculo que busca la identificación con un grupo social, ligados a una actividad en particular.
A lo largo de la costa de Chile habitan una serie de deportistas nómades que buscan las mejores olas para surfear. Dentro del territorio hay distintos tipos de playas con diferentes tipos de olas, las que se dan en diversas geográficas, mareas y vientos.
Es por eso que deben trasladarse a través de la costa para encontrar el lugar en donde las condiciones sean propicias. Su estadía en un lugar es un tiempo corto, ya que muchos de esos lugares son inhóspitos con condiciones climáticas adversas. Del mismo modo, su accesibilidad es muchas veces limitada.
La forma de habitar de estos deportistas en la costa es nómada y esporádica, por lo cual el proyecto se plantea como una instalación que pueda montarse y desmontarse, y que les proporcione un refugio de dimensiones elementales para ser habitado. De esta manera se puede trasladar junto a ellos y la intervención en el lugar es mínima.
Argumento
“(..) Las llame casetas porque efectivamente lo son, tanto en el uso como en el lenguaje hablado, pero también porque creo que reflejan una dimensión mínima del vivir, una impresión de verano.
Así, la casita, cabaña, caseta de playa, se conformaba y deformaba según el lugar y las personas, y nada podía eliminar o sustituir en ella ese carácter privado, casi singular, de identificación con el cuerpo, con el desnudarse y vestirse.”(1)
(1) Rossi Aldo, Autobiografía científica, p.53, 2da edición 1998 Col.“GG Reprints”
Tienen el apelativo de casetas, porque no tienen las características ni requerimientos de una casa.
Tienen una dimensión mínima, no tienen cimientos firmes ni una estructura que permita su durabilidad en el tiempo. Sino que son livianas, prefabricadas y transportables, la forma de armado se acerca más al ensamblado de piezas que a la mezcla de materiales. Por lo cual se les puede considerar como un Artefacto.
Esta temporalidad está dada por la manera de habitar en el lugar, que se da por la eventualidad de las actividades que se desarrollan en la costa, las que hacen que el habitante sea errante y su habitar sea una cuestión de estar y desaparecer.
“Esas casitas, no tienen lugar porque éste es interior, o bien se identifica con quienes las habitan por un periodo de tiempo que, aunque corto, es incalculable.”(2)
(2) Rossi Aldo, Autobiografía científica, p.54, 2da edición 1998 Col. “GG Reprints”
El Proyecto
El proyecto crea una atmósfera contenida, establece sus dimensiones según la anatomía humana. Proporciones que dan la comodidad para realizar las acciones elementales para el resguardo del exterior.
Como primera condición, se separa del suelo a través de una superficie en altura, de mayor verticalidad para acceder de manera erguida, consta con el espacio suficiente para sentarse y desvestirse, y el largo horizontal que se necesita para dormir.
El proyecto es una silla, una cama, un camarote, un ropero, en fin, un artefacto que no alcanza para ser nombrado como habitación. Su dimensión horizontal es trascendental para un artefacto que permite el descanso.
Se toman en consideración, entonces, los parámetros que considera Perec al describir la cama:
“…La cama es un instrumento concebido para el descanso nocturno de una o dos personas, pero no más.” Y posteriormente señala: “La cama es pues el espacio individual por excelencia, el espacio elemental del cuerpo.” (4)
(4) Perec Georges, Especies de Espacios, La Cama, p. 37, Éditions Galiléa, Paris, 1974.
El Lugar
El lugar de este artefacto, está dado por la zona costera, donde los deportistas practiquen surf.
Zona geográfica que cuenta con una punta o roquerío en el extremo sur (sur-poniente) en donde comienza la ola. Las que se extinguen en la arena en el sector nororiente de la playa. A este circuito se une el emplazamiento del artefacto, en donde preparan sus tablas y vestimentas.
En este espacio la vida se desarrolla fuera del agua, donde se duerme y se enciende una fogata para cocinar. La relación se da entre: entrada y salida del mar y refugio, constituyendo el lugar donde se desenvuelve la vida del surfista.
Así lo explica Alejandro Aravena cuando establece el alcance de una obra:
“(…) Uno con una obra construye un lugar en el cual van a pasar cosas. Un lugar para que ocurra la vida. Esta manera quizás tenga menos consecuencias sobre el lenguaje arquitectónico del edificio, pero más sobre la naturaleza del contenedor que deberá tender a estar nebuloso en el derredor una actividad.” (5)
(5) Aravena Alejandro, El lugar de la arquitectura, p. 84, Serie Arquitectura-Teoría y obra /Vol. 4. Ediciones ARQ.
Instalación
Está armazón volumétrica sostiene unas plataformas de terciado perforado que generan tres volúmenes cúbicos: uno vertical de dos alturas, donde se encuentra el acceso y se abre una escotilla para mirar. Otro horizontal, que se utiliza para dormir. Y un tercer volumen más reducido que se utiliza para guardar.
Para dar la condición de refugio, la estructura va envuelta en tela raquelada silver-rojo, cerrada herméticamente con velcros y cierres que abren escotillas para la ventilación.
La estructura se ancla al terreno a través de una base tubular enterrada, ensamblando el pilar dentro de esta. El armazón va apuntalado con 3 pares de tubos dobles, los que se anclan al piso con una estaca de fierro. Se modifica un puntal con unos peldaños para poder acceder.
La estructura total, no supera los 350 kilos, y el tiempo de armado con un mínimo de dos personas no es más de una jornada de trabajo. Luego se desmonta teniendo un mínimo impacto en el lugar.
Arquitecto: Cristián Eduardo Urrutia, Proyecto de Título de la Universidad de Talca
Proceso de investigación y diseño: Abril 2013 - Noviembre 2013
Proceso de Prefabricación y Construcción: Febrero 2014 - Mayo 2014
Fecha de entrega: 1 de Julio 2014
Ubicación Geográfica: Playa Tregualemu, comuna de Pelluhue, Región del Maule, Chile
Coordenadas Geográficas: -35.952997, -72.748055
Materialidad: Tubo de Fierro 1 1/2” x 2mm x 6m, Abrazaderas dobles, Tela raquelado silver-rojo, Placas de Terciado estructural 18mm
Costo total de la obra: $900.000_ (Financiamiento propio)
